El racismo es una forma de pensar por la que se considera inferior a las personas que pertenecen a sociedades y culturas diferentes de la propia. Generalmente, se confunde con la xenofobia, pero la xenofobia ocurre cuando se siente repugnancia, odio y hostilidad hacia personas extranjeras.
El racismo es un problema global que afecta especialmente a los países desarrollados.
Hoy en día, el racismo es uno de los problemas más importantes a los que se enfrenta el mundo. Afecta a las escuelas que asistimos, dando lugar a polémicas relacionadas con la forma de vestir, como es el caso del velo; me parece bien que no les permitan usarlo, al igual que a los españoles no nos permiten estar en clase con gorros, ya que si están en España deberán adaptarse a nuestra forma de vida.
Recuerdo un viaje que realicé con mi familia, en el que visitamos varias mezquitas y en las que nos obligaban a entrar descalzos y a las mujeres con los hombros tapados, y en ningún momento nos revelamos contra eso, ya que estábamos en otro país y respetamos sus costumbres.
También afecta a los deportes que practicamos, a las comunidades que consideramos nuestro hogar y a los países en los que vivimos. A algunas personas les afecta el racismo a diario y, cuando eso ocurre, les impide desarrollar sus posibilidades personales, trunca sus sueños y les hace la vida imposible.
Creo que el racismo jamás será erradicado. Vendría bien que desde pequeños educásemos a nuestros hijos a ver que no hay diferencia entre los seres humanos por color o raza. Yo creo que sería un buen principio: que donde vayas adquieras las costumbres del país que te acoge.
Desgraciadamente, no es así. Y eso está provocando más problemas. Lo que sí que me gustaría es que existiera una ley que devolviera a su país de origen a los que cometan delitos en cualquier país que no es el suyo, de forma que se quede la gente honrada y trabajadora.
